La Escritura… ¿Para qué? Si no es necesaria…

Por Marcelo Di Mitrio, Corredor Inmobiliario

Lunes 19 de Octubre, 11.45 horas, hace sólo algunas semanas atrás. Un mensaje más llega al WhatsApp de Di Mitrio Inmobiliaria.

Carlos, no interesa su nombre real, manifiesta desea vender dos departamentos a unas pocas cuadras de una de nuestras oficinas. Solicita nuestra opinión acerca del valor de mercado de esas unidades y profundizar acerca del servicio que podríamos prestarle a la hora de la comercialización.

Sofía Di Mitrio, nuestra coordinadora, deriva la solicitud a Javiera Gauna, una de nuestras Agentes.

Horas más tarde Javiera reporta a Sofía detalles de la conversación telefónica mantenida con Carlos.

No pertenecemos al grupo de aquellas inmobiliarias que “corren detrás de una solicitud de tasación o demanda de venta”. Tenemos “un cómo” hacer las cosas y si estamos alineados con quien demanda nuestro servicio, avanzamos.

Así las cosas y luego que Javiera informara a Carlos que, entre los antecedentes necesarios que solicitamos para proceder a tasar un inmueble y, eventualmente luego, ocuparnos de la comercialización debíamos verificar primero y recibir después copias simples de las Escrituras o Títulos de Compra, recibe de éste un (nada) sorpresivo: “No estoy de acuerdo con este requisito. ¿Para qué? Si la “Inmobiliaria tal y cual”, la que no mencionaremos por cuestiones obvias, ya “los trabajó” (sin profundizar demasiado en en este término) y no fue necesario”.

Javiera nunca conoció la cara de Carlos dado que ante su posición no había alineamiento alguno entre el servicio inmobiliario que él demandaba y el que nosotros estábamos y estamos dispuesto a ofrecer. No obstante, la conversación telefónica mantenida entre Carlos y Javiera resultó muy interesante como para obtener algunas jugosas conclusiones:

1. Carlos sostiene una posición respetable, en definitiva es el (aparente) propietario de las unidades y tiene todo el derecho a decidir sobre ellas, legitimada por la impericia de la “Inmobiliaria tal y cual”.
2. Tasar un inmueble sin la Escritura o Título de Compra o documento que lo sustituya para el acto (Plano de Subdivision y Mensura o Reglamento de Copropiedad y Administración) a la vista, resulta mínimamente irresponsable.
3. Comercializar un inmueble sin contar con los antecedentes necesarios sobrepasa lo irresponsable por lejos. Por muy lejos.
4. “Inmobiliaria tal y cual” lleva décadas en el mercado, ¿no aprendió aún “el cómo” o lo ha olvidado?
5. Nacimos en 1978, llevamos ya 42 años en el mercado, tenemos la autoridad suficiente para afirmar que “las trayectoria de nada sirven”. Sólo hablan del pasado. El medio esta minado de empresas llenas de pasado y nada de futuro.
6. No se es profesional por explotar hasta el hartazgo un mensaje marketinero, ni por contar con una matrícula. Se es profesional cuando se actúa profesionalmente.
7. ¿Qué habrá pretendido expresar Carlos al afirmar que “Inmobiliaria tal y cual” trabajó sus unidades en el pasado? Sin resultado alguno, claro.

Desgraciadamente convivimos con situaciones como la descripta, las que generan un daño fenomenal a la profesión inmobiliaria toda, derivando en la mala imagen del sector en su conjunto.

Gracias a la gestión de empresas como “Inmobiliaria tal y cual” tenemos los portales inmobiliarios abarrotados de inmuebles en valores de publicación muchas veces ridículos, avisos repetidos por diferentes empresas de la talla de “Inmobiliaria tal y cual”, carentes de coincidencia en superficie y valor de publicación, muchos de ellos vergozosamente antiguos a punto tal que Zonaprop ha decidido no informar con precisión toda publicación que supera los 365 días amparado en la leyenda “Publicado hace más de 1 año”.

Si, como Carlos, realmente querés vender tu casa: elegir hacerlo con alguna de las tantas “Inmobiliaria tal y cual” resulta una pésima decisión. Mucho más en un contexto recesivo como el que traemos desde hace algo más de dos largos años.

Claro que si lo que querés es comprar tarde o temprano el poco profesionalismo de “Inmobiliaria tal y cual” saldrá a la luz. ¡Cuidate!