Por Marcelo Di Mitrio, Corredor Inmobiliario
Existen numerosas variables que un propietario no puede controlar al poner en venta su inmueble: el estado de mantenimiento del edificio –cuando lo que se posee es un departamento–, los metros cuadrados de superficie, la distribución de las habitaciones, la orientación, el año de construcción.
En cambio, hay otras variables que sí son manejables y es a ellas a las que hay que prestarles atención. Y dedicarles energía.
Aquí te damos pautas de cuáles son.
Detalles
Cuando un potencial adquirente visita una casa, dúplex, PH o departamento en venta, nada es un “detalle”. Todo es trascendente y “Todo comunica” como dice el experto estadounidense en comunicación Paul Watzlawick.
Lo primero que ve un interesado es, posiblemente, el felpudo. ¿Está gastado, viejo, deteriorado? No cuesta mucho cambiarlo.
También el timbre o el portero eléctrico deben funcionar sin problemas.
Otro tema central es la puerta: ¿está despintada o presenta marcas del perro o del gato de la casa?
Las paredes aportan lo suyo al conjunto. En general, las blancas o claras dan idea de pulcritud, armonía, serenidad, paz. Quizás no sea posible repintar todas, pero el hacerlo con una sola ya se introduce un cambio notable.
Espacio y orden
Uno de las de los primeros aspectos intangibles que nota la persona interesada en la propiedad, es la amplitud. A más amplitud, más comodidad. Es una ecuación obvia pero que a veces se pasa por alto.
La sensación de amplitud se logra liberando espacio entre los muebles –lo que puede implicar deshacerse de algunos de ellos–, abriendo las cortinas para que ingrese la luz natural e, incluso, encendiendo lámparas aunque la visita se produzca durante el día.
También el orden ayuda a la idea de amplitud. Para ello hay que guardar los diarios apilados en un rincón, la ropa acumulada en sillas en los cuartos, los accesorios en la cocina así como los diversos elementos de higiene que se usan en un baño, y la bicicleta o el tender en un balcón o en el patio.
Limpieza
Si bien la mayoría de las personas tienen su propiedad con un buen nivel de pulcritud, la idea es ir más allá. Por ejemplo, higienizando a fondo las juntas de los azulejos y cerámicos de la cocina y del baño, los espejos, los vidrios de las ventanas.
Olores
Por más que la limpieza en sí contribuya que la casa se sienta perfumada o con “olor a limpio”, en ciertos casos será necesario recurrir a una fragancia discreta, a sahumerios no invasivos y a difusores.
Mantenimiento
No son pocos los que visitan una casa en venta y piden permiso para abrir las canillas de la cocina y de los baños. Buscan chequear la presión de agua y el estado de la grifería. No se trata de personas meramente curiosas: solo quieren controlar la calidad de lo que van a comprar.
En una casa en venta todo tiene que funcionar y funcionar bien. Incluidos los picaportes de las puertas, las cerraduras, las persianas.
Sensación de hogar
Cuando el visitante lograr verse a sí mismo en la propiedad que fue a conocer, hay más chances de que se entusiasme y haga una oferta.
La sensación de hogar se logra con una música suave y en volumen bajo, una temperatura media, un hogar a leña encendido, el aroma a café preparándose en la cocina.
En Di Mitrio Inmobiliaria te damos una visión objetiva sobre qué debería cambiarse y qué no en tu propiedad, a fin de que se vea interesante y despierte el deseo de cada visitante cuando se la ponga en venta.