Por Jorge Scarsi
El 11 de Marzo del corriente año y con la presencia de autoridades religiosas, institucionales y educativas de la Ciudad, se inauguró el nuevo Edificio del “Instituto Santa Catalina” que completa el ala sur con frente a la calle Piedras. La construcción abarca un subsuelo -destinado a vehículos-, planta baja donde se desarrollan actividades del nivel inicial y el primer y segundo piso donde se reubicaron las aulas de los niveles primario y secundario, y el profesorado de educación primaria e inicial en el horario vespertino. Esta nueva construcción completa con su funcionalidad, amplios y luminosos espacios, los diferentes niveles de enseñanza que hoy el colegio desarrolla, combinando un moderno diseño de arquitectura escolar y salones de espacios múltiples, ambiente climatizado, oficinas y ascensor, con amplias escaleras y rampas para discapacitados, de acuerdo a las últimas normas de seguridad. Diariamente, concurren unos 1.200 alumnos.
¿Cómo comenzó todo?
En 1860, Buenos Aires era todavía “La Gran Aldea”. El actual barrio de Constitución, era una de las barriadas más populosas con alrededor de 2000 almas. La Iluminación era con lámparas de aceite y, como signo de progreso, en la esquina de Brasil y Bernardo de Irigoyen, se había instalado un farol de gas. Las escuelas oficiales estaban: una en Barracas, otra en La Boca y la tercera en la hoy calle Estados Unidos. Cada una con un solo maestro para atender un centenar de alumnos.
Allí estaban arraigadas muchas familias patricias, entre ellas, la de un caracterizado vecino, Don Marcelino Rodríguez, hombre piadoso y de gran fortuna, quien ordenó, con recursos económicos y en terrenos de su propiedad, la construcción de una capilla dedicada a Santa Catalina de Alejandría. Las obras se iniciaron un 26 de Noviembre de 1860. Al año, el 25 de Noviembre de 1861, coincidiendo con la festividad de Santa Catalina, se inauguró la capilla dedicada a su devoción. Se alzaba sobre una hermosa loma frente una gran quinta con olivares. Anexa a la capilla, Don Marcelino había dispuesto edificar una pequeña escuellta que quedó habilitada en esa fecha. Un centenar de alumnos de primero a cuarto grado, eran atendidos por dos maestros quienes enseñaban las primeras letras, matemática y la doctrina cristiana. Humilde inicio de la educación en bien de los niños de un barrio de los suburbios.
Primer capellán y director fue el Padre Carlos Palomar puesto al frente de la obra, por pedido del fundador al Obispo de la Diócesis de Buenos Aires. Fallecido su fundador, sus dos hijos heredaron los terrenos. El mayor de ellos, decide encomendar la obra a los sacerdotes salesianos, entregando la misma el 20 de Agosto de 1885. Fue su primer Director el Padre salesiano Juan Paseri. Desde entonces se genera un notable crecimiento de Santa Catalina, completándose los cursos del Primario, creándose el Oratorio Festivo, más tarde la banda de música y el batallón de Exploradores, atendiendo así a los niños del barrio que no eran alumnos de la escuela.
El crecimiento de la obra se acompañó con la compra de nuevos terrenos. En 1896 se Inicia la ampliación de la antigua capilla, con dos naves laterales y que fuera demolida en 1953 ante el peligro que el edificio representaba. Quince años más tarde y tras muchos contratiempos, el 14 de Agosto de 1968 se inauguró la actual iglesia. En 1932 se Inaugura el edificio de la calle Piedras, para la formación de los futuros maestros, la que se desarrollaba a continuación del Nivel Primario. En 1936 egresa la primera promoción de Maestros de la Institución y en 1969 la última de Maestros del Nivel Medio.
Así, en 1977, se inicia el Profesorado de Enseñanza Primaria y Preescolar, egresando la primera promoción en 1979. De esta forma el colegio mantiene la tradición de formar docentes, maestros y jardineras. En 1945 se inaugura el edificio del Bachillerato sobre la calle Brasil.
La Institución amplía así, su oferta educativa para formar egresados con vista al ingreso universitario. Continuamente Santa Catalina adecuó sus propuestas pedagógicas a los tiempos, las demandas de las familias y las necesidades de la educación y la sociedad. Hoy cuenta con inglés, informática, orientación escolar, jornada completa para alumnos del nivel primario, actividades deportivas, recreativas y estético-expresivas, y modalidades de Bachillerato en Comunicación y Economía y Administración en nivel medio. La escuela se abre al barrio atendiendo a chicos y jóvenes de otras escuelas, con apoyo escolar, actividades recreativas, convivencias, viajes de estudio, etc. La acción solidaria se vuelca a personas indigentes y en situación de calle. Salesianos, directivos, docentes, la Unión de Padres, exalumnos y jóvenes, se unen para gestionar y organizar fieles al espíritu de Don Bosco y animadores del proyecto educativo y pastoral de Santa Catalina.