Por Guillermo Ansede, conductor de Nuestro Sur y La Puerta, programas que se emite por Radio Grafica, FM 89.3
Hace unos cuantos años que hago radio, el bicho me pico (no el del Covid-19 si no el de la radio) un poco tarde a mi gusto pero aquí estoy.
Saliendo al aire dos veces a la semana por Radio Gráfica, en dos programas distintos, (La Puerta y Nuestro Sur), casi opuestos me atrevo a decir, pero en los dos casos le pongo muchísima garra, como si fuera el primer día y por supuesto rodeado de gente maravillosa.
Para el comienzo del 2020 tenía doble festejo, uno por iniciar la segunda temporada de Nuestro Sur, luego de una primera temporada que superó todas nuestras expectativas, y el otro en La Puerta por el inicio de la novena temporada, (algo habremos hecho no?), todo muy lindo, listo para festejar hasta que apareció el maldito Covid-19 vestido de pandemia, impensado!.
Las luces se apagaron de golpe, se bajó el telón, guardamos toda la parafernalia festiva en un baúl, y de las ganas de festejar no quiero contarles donde quedaron, una lástima!
Como todos, pensamos que la cuarentena iba a durar unas semanas nada mas, es por eso que decidimos emitir programas anteriores o “refritos” como se dice en la jerga.
A medida que fueron transcurriendo las semanas el bichito radial cada vez nos causaba más escozor, amén que fuimos cayendo en cuenta que la cuarentena había llegado para instalarse por un buen rato, con este panorama comenzamos a pensar en cómo retomar nuestra rutina radial.
El primer intento fue volver a la radio, (¡que iluso!), esto fue imposible por varias razones, como ser, permisos para circular, un protocolo muy exigente en Radio Gráfica, y estar cerca de la llamada población de riesgo (Golpe al mentón). Afuera con el primer intento.
El segundo fue el de realizar el programa en vivo desde casa, pero de nuevo por protocolo radial nos informaron que no hay operación técnica a partir de las 21 Hs. Afuera con el segundo intento.
Nos quedaba una última posibilidad, realizar el programa desde casa, grabarlo y sacarlo al aire, facilísimo!!!
La Puerta no es un programa que conlleve operaciones de física cuántica, pero guarda sus bemoles, somos varios que solemos interactuar mucho, gran cantidad de música y por supuesto mucha información acerca de la misma. Nuestra primera idea fue hacerlo vía conversación telefónica grabada pero pronto nos dimos cuenta que nos faltaba la interacción visual, importante al querer hablar, las mirada y los gestos, hasta la postura corporal ayudan y mucho. Adicionalmente a esto casi ninguno del grupo cuenta ya con telefonía fija y caer en la telefonía móvil donde cada uno se tiene que ir moviendo para captar alguna de las 4G es verdaderamente traumático. Idea descartada.
Finalmente optamos por el famoso Zoom, preparamos la grilla donde se detalla paso a paso la secuencia del programa incluyendo tiempos de habla, elección y duración de los temas, duración de las tandas publicitarias y detalles varios que no merecen mención, así quedo conformada la grilla de trabajo, solo nos resto elegir día y hora para comenzar con la grabación, la elección fue un domingo a las 22 hs.
Pero, aquí comenzaron nuevos inconvenientes, como ser evitar el “eco” que producen las paredes de una casa que, obviamente no esta preparada acústicamente para hacer un programa de radio, a no decaer! La solución al alcance de la mano rodear la computadora con una buena pila de almohadones y voila! Estábamos listos para comenzar, (mientras en mi casa todos me miraban con preocupación por la acumulación compulsiva de tamaña cantidad de almohadones) pero más de un lector habrá notado que cuando hablan varias personas a la vez la cosa se pone muy complicada de entender, el famoso “Delay” o tiempo que tarda en llegar la información desde el emisor al receptor hace que se haga un ida y vuelta sin sentido donde parece que todos estamos hablando dentro de un gran caño flexible que alguien, vaya a saber quién, se encarga de contraerlo, estirarlo, retorcerlo mientras todos se pisan al hablar, resultado: una cacofonía muy poco entendible, y si a esto le sumamos la escasa oferta tecnológica y la famosa “Banda ancha” que últimamente ha hecho una dieta severa, y que estamos en Argentina, tendremos un resultado caótico. A esto tuvimos constantemente un ruido a cascada, agua corriendo o para ser más gráfico como si cada tanto en medio de la conversación algún ser contrario a nuestros deseos apretara el botón de un baño en la inmensidad de la internet.
El comienzo fue así lleno de “detalles”, con la banda ancha estaba saturadísima por lo que decidimos esperar cerca de media hora hasta que tuvimos un servicio razonable. Finalmente arrancamos una nueva etapa radial, con limitaciones y varios defectos de sonido, pero arrancamos, nos ayuda el poder vernos, nos permite usar las señas e indicaciones en forma clara, obvio que no nos gusta el grabar “en seco” sin música de fondo, pero esto ya “esta en vías de solución” como dirían en la tele. Al momento que Ud. lea este artículo ya habremos pasado algo más de media docena de programas realizados bajo el “efecto pandemia”.
A cada grabación la vamos mejorando, en general con soluciones simples tales como comunicarnos en horarios de baja utilización de internet, utilizando algún software adicional al provisto por Zoom, WhatsApp, Hangouts, Jitsu, etc (se nota que hicimos pruebas no?) para grabar nuestras voces en mejor calidad, vamos vertiendo pequeñas dosis de aceite en un mecanismo distinto al habitual, lentamente lo vamos logrando.
No quiero dejar de mencionar a los operadores de la radio, a quienes les enviamos un montón de audios sueltos y lo compaginan de forma impecable.
De esta forma, con una lucha titánica contra la tecnología cada vez que vamos a grabar conseguimos estar nuevamente en el aire.
Lo bueno en todo esto es haber vuelto a ruedo, seguir entreteniendo en tiempos de pandemia donde la gente sufre el encierro es importante, es nuestro granito de arena y por supuesto hace que nosotros también estemos un poco más ocupados, entretenidos y pensantes.
Un último detalle, alguien sigue apretando el botón del baño mientras grabamos, ya lo vamos a ubicar!!
Este ha sido un pequeño relato pandémico, solo me queda decirles aguantemos un poco más, contemos los días que faltan, no los que pasaron, pronto todo esto será una historia para contar a las generaciones venideras!